El pasado día 13 fue inaugurada una Exposición-homenaje al Maestro Eladio Rivadulla Martínez, en la Galería Charles Chaplin, en la capital de la vecina isla caribeña.
En las palabras de apertura, el conocido intelectual Pablo Pacheco López, dijo que esta muestra deviene obligado elogio a la larga vida profesional de este maestro de tantos diseñadores y especialistas de la comunicación visual.
Es asombroso que una persona que tiene mucho que decir, que ha vivido tantas experiencias definitorias, pueda quedarse sin habla ante un homenaje; esto solo suele ocurrir cuando se trata de un ser humano que nunca ha perseguido lauros y que ha trabajado y creado por el placer de contribuir a la cultura de su nación.
El Maestro Eladio Rivadulla, es de los que se turban ante el aplauso y que no se acostumbran a recibir las miradas de admiración y respeto de todos, a pesar de que han sido muchos y absolutamente merecidos los homenajes y reconocimientos que ha obtenido.
Desde que en 1943 obtuvo los primeros encargos de afiches de cine y hasta el presente, la incursión de Rivadulla ha sido determinante para el desarrollo y consolidación del diseño gráfico, el cartelismo, la publicidad y la comunicación visual en general. Pacheco realizó una suerte de recuento de las múltiples acciones que en estos campos ha desarrollado Rivadulla y se refirió a las impresionantes cifras de 3500 carteles y 3000 libros y publicaciones creados por su ingenio.
“De ese quehacer, brillante y laborioso, hemos extraído esta pequeña muestra representativa de sus carteles cinematográficos de las décadas del 40, 50 y principios del 60, para conformar esta exposición”, expresó.
A Rivadulla se le reconoce como el precursor internacional desde 1943 del diseño e impresión en serigrafía artística de carteles cinematográficos en Cuba pero no se limita a esta acción su obra como artista de la plástica. Durante sus 60 incesantes años de labor ha realizado además, pintura de caballete y mural, escultura, grabado, dibujo, fotografía y ha sido curador de muestras expositivas de esta manifestación así como autor de artículos referidos a las artes visuales
Pacheco destacó “que más allá de sus méritos como artista y creador, que resultan indiscutibles, sobresalen como virtudes permanentes del Maestro y el hombre, la bondad, la decencia, la cordialidad, la corrección, el rigor, la seriedad y la modestia, que siempre lo han caracterizado, acompañándolo, durante su ya larga vida, y que constituyen, junto a su talento como artista sus atributos más notables.”
El Maestro recibió justamente el pasado año el Premio Nacional de Diseño otorgado por la Oficina Nacional de Diseño Industrial, a la obra de toda su vida, durante la cual ha conquistado a la par de lauros y medallas, el afecto de sus alumnos, compañeros y amigos como premio a sus inmanentes valores morales.
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