Tal anunciamos, al cierre de nuestra edición de ayer miércoles, en este día se efectuó, en Londres, una nueva subasta de los fondos del Banco de Inversión Lehman Brothers, prestigiosa compañía que colapsó y puso en venta su patrimonio artístico.
La Casa de Subastas Christie’s, puso en venta otro lote de las obras de arte que solían adornar las paredes de las lujosas oficinas de Canary Wharf, antes del quiebra de la reconocida institución bancaria, cuyo patrimonio artístico comenzó a pujarse el pasado fin de semana, cuando en Nueva York se celebró una subasta similar por más de 12 millones de dólares.
En Londres no quedó mucho del antiguo esplendor de la sede de Lehman Brothers: hasta el letrero de la puerta de la quebrada entidad financiera fue subastado hoy en la casa de remates de Christie’s en 42.050 libras, unos US$66.400, precisa un despacho de la agencia de noticias DPA.
La plaqueta de metal pertenecía a una selección de unos 300 objetos, libros y cuadros de la ex sede de Lehman Brothers en Londres, Inglaterra.
La subasta estaba destinada a ayudar al pago de las millonarias deudas que dejó la entidad financiera. Sin embargo, la puja no alcanzó el valor estimado de dos millones de libras (US$ 3,1 millones) que esperaba recaudar la casa Christie’s. En total, en el remate de ahora en Londres se reunieron 1,6 millones de libras, unos US$2,5 millones.
Esta es la segunda subasta de objetos de Lehman que se realiza en menos de una semana, las cuales tienen por objetivo obtener fondos para pagar a los acreedores. El sábado en Nueva York, Sotheby’s recaudó US$12 millones con la venta de la colección de arte de la sede estadounidense.
Lehman Brothers quebró el 15 de septiembre de 2008, poniendo fin a una historia de 158 años. Desde entonces, banqueros, juristas y asesores empresariales trabajan en ordenar y clasificar la herencia del malogrado banco y devolver el dinero a sus acreedores.
Mientras que en las subastas pasadas de Nueva York y Philadelphia se remataron principalmente objetos de arte, en Londres también se ofrecieron elementos de decoración interior. Entre otras piezas, pasaron bajo el martillo relojes, cubertería de plata, tazas de té, porcelana china, lujosos muebles y antiguos libros encuadernados en cuero.
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