Una colección de obras de Adolf Hitler, realizadas aproximadamente durante el año 1908, será subastada este 30 de septiembre por la casa británica Mullock´s, según se conoció en un informe difundido esta semana en el periódico londinense Telegraph, noticia que ha tenido gran repercusión en Internet.
Según el mencionado periódico, las pinturas fueron descubiertas por un abogado austriaco durante el examen de una casa recién comprada. Los expertos esperan que las subastas recauden unos 150 mil euros.
1908 es el año de las dos pruebas del futuro dictador para ingresar a la Academia de Artes de Viena. Como no estaba preparado para pasar los exámenes, perdió su primer turno, y luego, durante la segunda prueba, la comisión de ingreso ni siquiera echó un vistazo a las obras del primerizo pintor.
Desde 1910, Hitler pintó paisajes y edificios de Viena en lienzos con formato de cartas postales. Su amigo Reinhold Hanisch los vendía por 20 coronas en bares y hoteles. Después Hitler se trasladó a Munich y sus pinturas le otorgaron más beneficio.
En general, Hitler pintó unas 3.400 obras, hechas en su mayoría en el frente. Pero la mayoría de los críticos y pintores unánimemente destacan que no tienen ningún valor, si bien los principios artísticos aparecen ejecutados.
Es interesante que en el arte de Hitler casi no hay motivos oscuros, el colorido de sus obras principalmente presenta tonos claros y vivos. A Hitler le gustaba el romanticismo, el realismo, los maestros de la ‘escuela vieja’, Pieter Paul Rubens, Rembrandt van Rijn. Lograba muy bien reflejar la arquitectura de la ciudad. No le gustaba pintar personas.
A los amantes del arte puro, sea el cine, la literatura o la pintura, no les interesa la vida personal de los grandes autores. Creen que el talento y el arte son eternos, mientras que la persona a través la de que se realiza el don es mortal. Muchas personas en general dividen la creación de la individualidad del autor. Pero, según los críticos, éste es uno de los casos en que, a pesar del posible valor artístico, lo que prevalece en las obras de Hitler es la imagen del futuro torturador, el enemigo principal de humanidad. Nadie sabe cómo habría sido el destino del gran dictador si se hubiera hecho pintor. Pero el fruto de su aspiración juvenil hacia la belleza no puede eclipsar sus crímenes posteriores.
Adolf Hitler podría tener antepasados tanto judíos como norteafricanos -razas que consideraba “subhumanas” y que pretendía exterminar-, según informó la revista belga Krank. Esta conclusión es el resultado de una investigación de muestras del ADN de 39 parientes del dictador nazi.
El periodista belga Jean-Paul Mulders consiguió una servilleta que dejó caer Alexander Stuart-Houston, un pariente de Hitler, que vive en Estados Unidos, y usó los servicios del historiador Marc Vermeeren para localizar a un granjero austriaco primo de Hitler, conocido como Norbert H.
El haplogrupo del cromosoma Y del ADN encontrado en las muestras, es muy raro en Alemania y en Europa Occidental en general, pero se encuentra con frecuencia en los bereberes de Marruecos, Argelia, Libia y Túnez así como en los judíos asquenazíes y sefardíes.
En 2008 Mulders viajó por Europa y Estados Unidos para recoger muestras del ADN de otros parientes de Hitler así como del obrero ferroviario francés Jean-Marie Loret, que afirmaba ser un hijo ilegítimo del Fuhrer. Resultó que Loret no tenía relación alguna con el líder nazi.
Previamente se discutía una hipótesis, según la cual el padre de Hitler -Alois- podría haber sido hijo de un banquero judío, pero la teoría nunca ha podido ser confirmada
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