La sala de exposiciones municipal de la plaza del Conde de Rodezno, en Pamplona, España, sufrió un leve incendio a causa de un cortocircuito, que trascendió al mundo como un escandaloso y trágico suceso que devino en “más ruidos que nueces»
Poco después del incendio se dieron a conocer sus reales causas y magnitud. Se supo que las chispas de un empalme defectuoso de uno de los focos que iluminaba la exposición de la XII Bienal de Artes Plásticas Ciudad de Pamplona saltaron hasta una cortina próxima. A continuación, el fuego se propagó hasta uno de los paneles de madera conglomerada, provocando una gran humareda.
El fuego no se propagó hasta otras estructuras, pero provocó una intensa nube de humo, visible desde diferentes puntos de la ciudad.
El vigilante de seguridad advirtió la presencia del humo en una de las salidas laterales del edificio, punto en el que se estaba produciendo el incendio. Trató de apagarlo con los extintores del edificio, sin éxito. Tras evacuar a los cuatro visitantes que en ese momento habían acudido a ver la exposición, solicitó la ayuda de los servicios de emergencias. Un camión de bomberos con extintores de autobomba acudió hasta el Palacio del Conde de Rodezno.
El incendio en la Sala Conde Rodezno obligó a desalojar a las personas que visitaban la XII Bienal de Artes Plásticas Ciudad de Pamplona, sin que ninguna de ellas resultara herida, ha informado el Gobierno de Navarra.
El fuego se inició en un lateral de la sala, junto a unos cables y un panel de aglomerado que hacía las veces de pared y separaba el espacio expositor de unas escaleras que dan acceso a otras estancias del edificio.
En ese momento en la Sala Conde Rodezno había media docena de personas que fueron desalojadas sin que se vieran afectadas por el humo.
David Sainz Jiménez, director de la Agencia Navarra de Emergencias, afirmó que no hubo que lamentar daños por el fuego, aunque el humo había inundado todo el edificio: «Se trata de una zona con mucho cableado y que prende muy rápidamente, por lo que el humo se ha propagado por toda la planta baja del edificio», advirtió. «Ha resultado muy aparatoso por tratarse de la sala de exposiciones, pero no ha ocurrido nada grave», agregó.
El sargento de guardia del cuerpo de bomberos confirmó que la mayor dificultad consistió en encontrar ventanas amplias en la parte superior del edificio para «airear» las instalaciones: «Se trata de ejercer una presión positiva sobre el humo para que ascienda y todo quede practicable en menos tiempo», explicó. «Se trata de un fuego pequeño y de poca importancia»señaló.
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