Por Redacción de Espejo impaciente
Una de las grandes sorpresas durante la reciente subasta de arte latinoamericano realizada por Christie’s, en Nueva York fue la venta del óleo sobre madera titulado Quito en rojo (1960) del reconocido pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, el cual alcanzó los 314 mil 500 dólares.
Dominada por dos volcanes, la dramática visión de la capital de Ecuador es una paleta de rojo color lava, naranjo color fuego, caoba, verde color té y amarillo azafrán.
Oswaldo se autodefinía así: “Mi pintura es para herir, para arañar y golpear en el corazón de la gente”. Nació en Quito, Ecuador, el seis de julio de 1916. Es el creador, afianzado en su origen indio-mestizo, del retrato de la realidad social y humana actual, latente denuncia del presente en que vivimos. La injusticia social, los conflictos bélicos y la depresión política en la década de los años 60 del pasado siglo lo condujeron a crear lo que denominó La Edad de la Ira, conjunto de exposiciones que recorrieron Europa y América y estremecieron las mentes y conciencias de las personas asistentes a los sitios en los cuales se exhibió.
Se identificaba, en cada pincelazo, con la protesta y la denuncia social para retratarlas con rabia. Para llamar, desde sus trazos, a la sociedad más justa y a vida mejor para los desposeídos. Guayasamín marcó con su obra la tendencia del realismo social. El quiteño es referente y maestro de talla mundial de la pintura ecuatoriana. Artista que causaba y promovía la polémica desde sus paletadas. Oswaldo Guayasamín murió en Baltimore, Estados Unidos, el 10 de marzo de 1999. No pudo concluir su más grande y ambicioso proyecto: La capilla del Hombre. Para él, más que obra artística, era forma de mantener viva la imagen de Latinoamérica a través del tiempo: espejo donde la humanidad pudiese mirarse. Aunque el maestro no pudo verlo realizado, la Fundación Guayasamín, artistas y personalidades de toda América hicieron realidad su sueño: esa monumental obra quedó abierta en su primera fase el 29 de noviembre de 2002, declarado por la UNESCO proyecto prioritario de la cultura mundial y patrimonio del estado ecuatoriano.
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